El Día Mundial del Docente se celebra anualmente el 5 de octubre desde 1994 por Recomendación de la OIT y la UNESCO. La Recomendación establece criterios de referencia en cuanto a los derechos y responsabilidades del personal docente y normas para su formación inicial y perfeccionamiento, la contratación, el empleo, y las condiciones de enseñanza y aprendizaje.
Es un día para reflexionar sobre cómo los hombres y mujeres que ejercen la docencia con nuestros hijos están desarrollando esa función fundamental, sobre el apoyo que necesitan para desplegar plenamente su talento y vocación, y para repensar el camino que queda por delante con respecto a la profesión a nivel nacional y mundial.
Pensemos también cómo hacer para que la educación se convierta definitivamente en el motor del desarrollo intelectual imprescindible para adaptarnos a los cambios vertiginosos que se suceden en progresión geométrica, sin perder el rumbo de nuestra tradición libertaria, democrática y republicana. Para que los intereses corporativos y político-àrtidarios no la conviertan en un campo de batalla por el poder. Para que no terngamos que llorar como José Pedro Varela en la notable caricatura de Jaime Clara.
Anibal Steffen