El Hospital Internacional de Maldonado

Dr. Jorge Parodi Bernardi
Dr. Jorge Parodi Bernardi

Viendo el programa “Los notables” de Diego Fischer, me encontré con Enrique Antía, el Intendente de Maldonado.
Entre las cosas que dijo fue que estaba bastante avanzado el Proyecto del Hospital Internacional de Maldonado, con inversiones argentinas, brasileñas, norteamericanas, españolas y aparentemente también nacionales.
A mediados de enero de este año, cuando sentí por primera vez que existía este proyecto, publiqué la siguiente columna:

“Hace ya algún tiempo se había iniciado cierta polémica sobre este proyecto.

Claramente los aspectos ideológicos estaban en juego. Todos aquellos que, a diferencia del inefable Olesker, que gusta disfrutar del principal balneario, con su elegante remera Lacoste, siguen aferrados a la idea del “balneario de los pata arrollada”, perciben esta idea como propia del capitalismo salvaje.

En realidad a mí me parece, en principio, excelente.

¿Por qué opino de esta forma?

Desde hace muchos años, cuando iniciamos ASSE, veíamos que en Maldonado – Punta del Este, se daba un verdadero problema estacional, durante el cual la oferta asistencial era insuficiente para dar respuesta al enorme crecimiento demográfico que se producía en la temporada estival. Las instituciones de la FEMI han realizado grandes esfuerzos por mejorar la situación.

Tampoco la oferta era adecuada a la demanda de un grupo de turistas de muy alto nivel económico, que pagaban sumas cuantiosas por alquiler u hospedaje y la respuesta asistencial era paupérrima.

Por otra parte la concentración de la alta tecnología en Montevideo, reforzaba impúdicamente el centralismo capitalino en perjuicio de la descentralización tantas veces invocada.

Todas estas razones obligaban a pensar en alternativas como la que hoy se plantea. El tema era definir quién debía hacerse cargo de los costos.

Sin lugar a dudas un emprendimiento privado, pensado con fines de lucro, puede influir positivamente en la respuesta asistencial del
principal balneario, consolidándolo como polo turístico del más alto nivel.

Seguramente dotará al balneario, y por qué no a toda la región este del país de una calidad asistencial mucho mayor. Existen herramientas administrativas que permiten al Estado hacer uso de los servicios disponibles, que se han beneficiado de exoneraciones tributarias. Ya existían cuando hace cuarenta años importábamos los primeros equipos de ultrasonografía.

Su desarrollo estimulará las mejoras en el resto del sistema asistencial.

Por otra parte, la oferta extra estacional de servicios de salud, puede fortalecer la estrategia de desestacionalizar la actividad en el balneario. Hace años se intentó con el Argentino Hotel de Piriápolis, impulsando programas para la tercera edad, con la orientación de la Dra. Aslan.

Lo que me cuesta entender son algunos hechos:

¿Cómo una iniciativa de esta naturaleza puede hacerse pública sin que el Sr. Ministro sepa algo del tema?
¿Cómo puede decir el Sr. Ministro que un proyecto de esta magnitud no incide sobre el Sistema de Salud? Está en la tapa del libro sobre las características de los sistemas, que cualquier modificación que ocurra actúa sobre la totalidad del mismo.
¿Cómo y por qué participa en el proyecto una Institución como La Española, que según se dice mantiene un déficit importante en sus finanzas?
¿Juan Salgado en qué rol participa: como Presidente de CUTCSA, por su relación con La Española, como asesor del Presidente o por alguna otra razón?

En fin y más allá de estas curiosidades, creo que la propuesta debería ser apoyada”.
Hasta acá la columna publicada.

Hoy reafirmo mis consideraciones y me congratulo de tener un Intendente de mi Partido Nacional, que dice haber avanzado sustancialmente en el cumplimiento de los compromisos asumidos en la campaña electoral, entre los cuales inversiones como éstas aportarán a solucionar el problema de la caída en la ocupación departamental, a mejorar la atracción internacional del departamento y a mejorar la propuesta asistencial en salud en el departamento y en la región.

Al mismo tiempo su gestión, como lo fue la de Luis Alberto Lacalle en los 90, prioriza la atención de tres necesidades muy importantes:

• Lo laboral.
• La seguridad con la implementación del sistema de cámaras.
• Lo social, con la reducción de los asentamientos más importantes del departamento.

Parece claro que cuando se quiere se puede.

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